domingo, 6 de agosto de 2017
viernes, 4 de agosto de 2017
13.- ASOCIACION
Imagino que los que estáis
leyendo esto es porque o sois familiares, amigos, habéis tenido algún problema
similar al nuestro o, simplemente estáis hartos de la actitud del Ministerio de
Fomento de RENFE y de ADIF.
Quiero aprovechar la difusión que
pueda alcanzar este blog para crear una asociación a nivel nacional para lograr
los siguientes objetivos:
1- Soterramiento de todos y cada uno de los 443 pasos entre
andenes existentes.
2- Que hasta que no se soterren todos y cada uno de estos
pasos entre andenes, se tomen medidas provisionales para proteger a los
viajeros (semáforos, barreras, vigilantes etc.)
3- Que se dé una atención integral REAL a
los familiares de víctimas de accidentes ferroviarios, como se indica en el
R.D.627/2014 de 18 julio y no el silencio que nosotros hemos sufrido.
4- Que sea el Ministerio de Fomento quien proporcione la atención
integral a los familiares de víctimas de accidentes ferroviarios y no las empresas
implicadas en dichos accidentes.
5- Que la CIAF (Comisión de Investigación de Accidentes
Ferroviarios) cambie la calificación de “incidente” por la de “accidente grave”
cuando haya al menos una víctima mortal.
6- Que la CIAF realice una investigación SIEMPRE que
haya al menos una víctima mortal (arrollamientos incluidos),
7- Que el S.O.V. (seguro obligatorio de viajeros) sea
efectivo desde el momento que se valide el billete en el torno de entrada hasta
que se cancele en el de salida.
8- Que se elabore una normativa específica para la custodia
de los registros jurídicos “cajas negras” cuando ocurra un accidente para
evitar su borrado.
9- Que se elabore una normativa específica que regule el
paso entre andenes.
10- Que los avisos acústicos que anuncian un tren sin parada, suenen tanto en la estación como dentro del tren, y que estén sonando ininterrumpidamente hasta que el tren haya atravesado la estación.
10- Que los avisos acústicos que anuncian un tren sin parada, suenen tanto en la estación como dentro del tren, y que estén sonando ininterrumpidamente hasta que el tren haya atravesado la estación.
A raíz del arrollamiento de
nuestra hija nos hemos dado cuenta de la vergonzosa situación de inseguridad
que sufrimos todos los usuarios del tren, de la impunidad que gozan las
empresas ferroviarias y del nulo caso que se hace a los familiares de las
víctimas de accidentes ferroviarios.
Al ser ellos mismos los que
implantan las leyes que regula el sistema ferroviario, éstas están orientadas
en su propio beneficio y para proteger al tren, protegiendo poco o nada a los
usuarios.
A modo de ejemplo, diré que en
todos los informes sobre arrollamientos que he podido leer, la conclusión es siempre la misma “Causa:
terceros, al no percatarse la victima de que se aproximaba un tren en sentido
contrario” Da igual que el tren cruce por el paso entre andenes a 120
kilómetros hora, o que no haya barreras, ni semáforo, ni vigilante, que no
haya visibilidad, ni que el tren que va a cruzar no silbe, ni siquiera, que no se oiga el aviso de
megafonía.
Da igual todas las
circunstancias que hayan podido causar el accidente, ellos siempre concluyen
con la misma cantinela, el causante del arrollamiento siempre es la víctima.
La CIAF (Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios), dependiente del Ministerio de Fomento, no tiene obligación de investigar los arrollamientos en estaciones por no considerarlos accidentes graves. Los consideran incidentes, aun habiendo habido víctimas mortales.
Al no ser investigados no se
determinan las causas por las que ocurren, no diferenciando así las
imprudencias de los fallos atribuibles a las empresas ferroviarias. Todo queda dentro del mismo saco.
En el caso de los arrollamientos
causados por la mala actuación de las empresas ferroviarias, éstos quedan disueltos
en una mezcolanza junto con las imprudencias y suicidios, no corrigiendo así su
mal proceder.
Creo que los ciudadanos debemos
de protegernos de esta forma de actuar y para ello nuestra fuerza reside en la
unión, es por ésto por lo que pretendo crear una asociación para forzar a las
empresas ferroviarias y al Ministerio de Fomento a corregir su forma de actuar en los casos de arrollamientos.
12.- Algunas preguntas.
¿Por qué actúan así las empresas
ferroviarias?
Desde el accidente me he hecho
esta pregunta muchas veces. No he conseguido ninguna respuesta de estas
empresas pero he llegado a algunas conclusiones.
Lo primero que hacen es poner en práctica
la estrategia del “yo no he sido”. Buscan responsabilidades en terceros y si
pueden echar la culpa al muerto mejor que mejor.
Para lograr esto no dudan en
filtrar información falsa a los medios de comunicación poco profesionales. En
el caso de nuestra hija Irune, difundieron un montón de mentiras que, según los
medios, fue información que les proporcionó RENFE.
En segundo lugar practican el
ninguneo más absoluto, silencio total e ignorar a las familias de las víctimas,
llegando a tal extremo que ni siquiera se dignan a trasmitir el pésame, y cuando
estas requieren información, dan la callada por respuesta.
¿Por qué hacen esto?
Creo que hay personas sin
recursos, sin familia, sin preparación suficiente para abordar estos temas o
simplemente en estado de depresión causada por la pérdida, que no interponen
demandas legales. De este modo las empresas ferroviarias se ahorran un buen
dinero en indemnizaciones.
¿Por qué no toman medidas para
que estos accidentes no se produzcan?
La respuesta es terrible pero muy
sencilla. Les sale mucho más rentable el pago de indemnizaciones (en el caso de
que las haya) que el acometer las obras para soterrar los pasos. Es así de
cruel y de horrible, si no, no se explica que en los últimos 10 años haya habido
46 arrollamientos en las estaciones gestionadas por ADIF.
¿Por qué no hay una legislación
específica para el paso entre andenes?
A pesar de la alta siniestralidad
no hay una normativa específica que regule el paso entre andenes y esto es
simplemente porque no les interesa.
Actualmente es suficiente la
colocación de una placa de 15 centímetros por 100 centímetros, con una letra de
2 centímetros de altura donde pone en euskera y castellano “cuidado al pasar trenes cirlculando en ambos
sentidos” como medida de protección. De este modo toda la responsabilidad
la dejan en manos del viajero, aunque no haya visibilidad, el paso esté en
malas condiciones y los trenes atraviesen las estaciones a altas velocidades.
Si hay un arrollamiento la causante es la víctima que no ha hecho caso a la
placa. Es la muletilla que siempre incluyen en sus informes “El accidente tuvo su origen en la invasión
del gálibo de la vía por parte de la víctima, al cruzar sin percatarse de la
llegada del tren”.
11.- El SOV (seguro obligatorio de viajero) y los malos modos de Mariano Tranche Sanchez.
Aprovechando
que fuimos a la estación de Abando para entregar la carta dirigida a José Luis Ramiro Llorente, preguntamos por Mariano Tranche Sanchez para que nos aclarara las observaciones
escritas por él en el formulario:
Nos indicaron que era la persona que estaba en las oficinas de ADIF en la estación de Abando.
“NO SE PRESENCIO EL ACCIDENTE OCURRIDO EN DICHA FECHA POR LO QUE SE DESCONOCEN MAS HECHOS QUE LO APORTADO POR EL REPRESENTANTE DE LA ACCIDENTADA”.
Nos indicaron que era la persona que estaba en las oficinas de ADIF en la estación de Abando.
Al
pedirle explicaciones sobre sus observaciones nos comentó que él no había
presenciado el accidente y que eso es lo que ponía en las observaciones, a lo
cual le contestamos que cualquiera que leyese lo que había escrito
interpretaría que no hay testigos.
De
manera chulesca nos contestó que esa era nuestra apreciación. Insistimos y le
sugerimos que igual había sido un error de redacción. En el mismo tono chulesco
dijo que no, que lo que quería decir y puso es que él no lo vio. Eso es obvio y
sobra decirlo, le dijimos. Nos contestó que esa era nuestra opinión y que él
tenía otra. Como no estaba dispuesto a reconocer nada, nos fuimos diciéndole
irónicamente “gracias, ha sido muy amable” a lo que respondió en tono
desafiante “lo mismo que usted”.
El
trato que recibimos de Mariano Trache
Sanchez fue realmente desagradable, mal educado y falto de la mínima
humanidad.
Hasta
ahora nos han ninguneado, nos han mareado y nos han atendido de manera
totalmente despreciable.
Para nada hemos tenido la atención a la que
hace referencia el Real Decreto 627/2014
de 18 de julio de asistencia a las víctimas de accidentes ferroviarios y sus
familiares, pero si piensan que con estas actitudes nos vamos a rendir,
están muy equivocados, al contrario, cuanto peor es el trato que nos dan más
ganas de luchar y contar a quien quiera oír el deleznable trato que estamos
recibiendo por parte de las empresas ferroviarias ya mencionadas.
10.- El SOV (seguro obligatorio de viajero) y el silencio de Jose Luis Ramiro Llorente.
Como
pasaban los días y las semanas y ninguna de las empresas implicadas en el
arrollamiento de Irune se ponían en contacto con nosotros, decidimos contactar
con RENFE. Lo único que encontramos fue un teléfono que habían habilitado para los familiares de las
víctimas del accidente de Oporriño.
Llamamos y nos tomaron nota de nuestro número de teléfono.
Después
de dos horas, nos llamó un hombre que a todas nuestras preguntas
su respuesta era siempre la misma “no sé”. Al despedirnos le rogamos que si
pudiera facilitarnos alguna información sobre el accidente, temas legales,
seguro, investigación etc., se pusiera en contacto con nosotros. Todavía estamos esperando.
Pasaron
algunos meses y nos dirigimos a las oficinas de la estación de Abando con una
carta redactada por nuestro abogado reclamando el Seguro Obligatorio del
Viajero (Seguro al que todos tenemos derecho cuando viajamos en trasporte
público). El empleado que nos atendió, tras consultar con sus superiores si
correspondía registrarlo en el libro de reclamaciones de RENFE o ADIF, nos sacó
el de ADIF. Después de un mes nos llegó
una carta de ADIF, comunicándonos que, en su opinión, teníamos que reclamar a
RENFE.
De
nuevo nos dirigimos a la estación de Abando para volver a presentar la
reclamación. Esta vez nos informaron que teníamos que rellenar un formulario de
parte de accidente, compuesto por original y dos copias, una para RENFE otra para la compañía de seguros y la tercera
para nosotros.
Un
mes y medio después recibimos una carta de RENFE, firmada por José Luis Ramiro Llorente, Gerente de
Gestión, Administración y Servicios Corporativos, en la que se nos comunicaba
que “de acuerdo con las circunstancias y atendiendo
al R.D. 1575/1989 de 22 de diciembre no
tiene cobertura en el Seguro Obligatorio de Viajeros suscrito por RENFE al no
tener la víctima la condición de asegurada en el momento del accidente”. Junto
a la carta nos devolvieron las dos copias del
formulario, la de RENFE y la de la Compañía de Seguros sin ni siquiera
haberles dado sello de entrada.
La
copia de RENFE en la parte posterior tenía un apartado a rellenar por el
empleado que tramitó la reclamación, Mariano
Tranche Sanchez, y en ese espacio vimos que aparecía escrito lo siguiente:
“NO SE PRESENCIO EL ACCIDENTE OCURRIDO EN
DICHA FECHA POR LO QUE SE DESCONOCEN MAS HECHOS QUE LO APORTADO POR EL
REPRESENTANTE DE LA ACCIDENTADA”.
Esto
nos sorprendió ya que en el mismo formulario rellenamos el apartado de
“TESTIGOS”, con los datos de uno de ellos. Decidimos volver a las oficinas de
RENFE para entregar una carta dirigida a la atención de José Luis Ramiro Llorente en la que pedíamos explicaciones de por
qué no quedaba cubierto por el SOV el accidente.
Han pasado varios meses y no
hemos recibido contestación y conociendo su forma de actuar, dudo que la
tengamos pero ya no nos sorprende, ya estamos acostumbrados a sus silencios.
9.- LAS “MEDIDAS DE SEGURIDAD”.
Después de leer docenas de
interminables y farragosa leyes, decretos ley, normativas y demás, llegamos a
la conclusión, aunque sea difícil de creer, de que no existe una normativa
específica para regular la seguridad de los viajeros que tienen que cruzar las
vías en las estaciones.
Como decía en un artículo
anterior, en el caso de la estación de Areta, parece ser que la única medida de
seguridad para los viajeros es una ridícula placa roja de 15 cm por 100 cm que
reza “cuidado al cruzar, trenes
circulando en ambos sentidos”, en euskera y castellano con una letra de
color blanco de 2 cm de altura, que además queda oculta por el tren del que se
apean los viajeros.
Si a todo esto le sumas que la
megafonía suena en la estación antes de que los viajeros bajen del tren, que
éstos no ven el teleindicador que anuncia que va a pasar un tren sin parada ya
que sólo aparece el aviso en el andén correspondiente a la vía por la que va a
circular, que no hay ni semáforo ni
ninguna barrera física que impida el paso
y que no hay visibilidad, estamos ante una trampa mortal.
Solo es necesario que se den las circunstancias
que acontecieron el día 5/09/2016 para que vuelva a ocurrir una desgracia.
¿Y qué han hecho ADIF y RENFE
para que esto no se repita? Se han limitado a poner una señal de límite de
velocidad que indica 70, eso es todo. ¿Cuántos metros necesita un tren de
mercancías para parar? Pues debería empezar activar el freno 300 m. antes, sin
tener todavía el apeadero a la vista.
En RENFE y en ADIF trabajan
técnicos especialistas en seguridad que llegan a la conclusión de que en Areta
y en otros muchos pasos, no hace falta poner ninguna medida provisional de
seguridad. ¿No son suficientes 46 arrollamientos en 10 años en este tipo de
estaciones sin paso alternativo como para tomar medidas?
¿Cuánto puede costar una mierda
de semáforo? Con muchísimo menos de lo que gastan en abogados para eludir
responsabilidades, todos los pasos peligrosos dejarían de serlo. Es una medida provisional
y barata que deberían poner en marcha hasta el soterramiento de todas y cada
una de las estaciones. Pero a esta gente les importa un bledo la vida de los
usuarios, ya tienen abogados y peritos que se encargarán de culpar al muerto.
No conozco las normativas y cómo
actúan en otros países europeos, pero dudo mucho que trabajen como aquí, donde
empresas con capital público ningunean a las familias de las víctimas y culpan a los muertos de mala gestión e incompetencia.
Para ellos sólo son unas cifras
sin cara, un número más en sus estadísticas y balances, Hasta tal punto es así
que no se dignan ni a dar el pésame a las familias y en sus informes confunden
hasta el nombre de la víctima. En el caso de Irune se referían a ella como Irene.
8.- INVESTIGACIONES DE LAS EMPRESAS FERROVIARIAS
La CIAF (Comisión Investigación
Accidentes Ferroviarios) no tiene obligación de investigar los arrollamientos a
personas en estaciones por no considerarlos accidentes graves. Los consideran
simples incidentes, como si de un arrollamiento de un animal se tratase. De
esta manera no se hace distinción entre suicidios, imprudencias y otro tipos de
arrollamientos, ya que no se estudian las causas por las que ocurren.
En el informe que ADIF está
obligado a realizar se limitaron a recoger en dos folios los retrasos sufridos
por los trenes y los gastos producidos, incluyendo 4€ en concepto de limpieza
de la locomotora. Respecto a la falta de medidas de seguridad de la estación
absolutamente nada, ni una sola palabra.
En el arrollamiento sufrido por
Irune ocurrieron una serie de fallos fácilmente evitables con la instalación de un semáforo, una barrera
o un vigilante como había antes. Si hubiesen tomado una sola de estas medidas
de seguridad Irune estaría entre
nosotros, pero para ésta gente la rentabilidad está por encima de la seguridad.
Ahora, después del accidente,
dicen que construirán un paso soterrado. Tarde, muy tarde, sobre todo para
Irune, y lo peor de todo es que el apeadero de Areta sigue sin barreras, sin
semáforo y sin vigilante, y en el caso de que se vuelvan a repetir las mismas
circunstancias estaremos ante una nueva desgracia que no dudarán en volver a
imputar a la víctima
Quisiéramos que no volviera a
suceder ningún accidente de este tipo, en el que la víctima, sin haber cometido
ninguna imprudencia, sufra un arrollamiento por la falta de medidas de
seguridad en estas estaciones con pasos entre andenes. Para nosotros es
demasiado tarde, pero desde el principio pensamos que teníamos que intentar que
ningún padre o madre tuviera que pasar por lo que nosotros estamos pasando. No
es la primera vez que ocurre, y me temo que si no cambian las cosas no será la
última y, quizás, si algún familiar de victimas anteriores hubiera intentado
algo Irune estaría viva.
El caso de Irune no es el único.
Hubo un arrollamiento prácticamente idéntico en el municipio de Anoeta, en
Gipuzkoa, en abril de 2013. Ignoramos
cuantos más puede haber, pero estamos seguros que estos dos no son una
excepción. En el caso de Anoeta que, curiosamente sí fue investigado por la CIAF, el informe concluía, "el accidente tuvo su origen en la invasión
del galibo de la vía por parte de la víctima al cruzar sin percatarse de la
llegada de un tren". Aun así, se reconoce que "la víctima tenía visibilidad reducida puesto
que se la impedía el tren que circulaba por la vía 2".
En los últimos 10 años se han
producido 46 arrollamientos a personas al cruzar los pasos habilitados entre
andenes en estaciones. Actualmente, Adif gestiona 443 estaciones donde los viajeros tienen que
cruzar obligatoriamente atravesando las vías, (ignoro cuantas son gestionadas
por RENFE como en el caso de Areta). Parece mentira que con la alta
siniestralidad existente en estos pasos en estaciones, no haya una normativa
específica que regule la seguridad de los mimos,
Considero que es imprescindible y
urgente dotar a estas estaciones de medidas provisionales de seguridad en tanto
no se realicen los soterramientos a los que obliga la legislación europea.
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